Proyectos

Feeling/Concealing habla sobre superficies y mediaciones. Filtros y pieles. Ciudades y cuevas.

La piel permite sentir algo real. Es aquello que entra en contacto directo con las cosas. El filtro por su parte interpone una barrera entre el objeto y el sujeto que conoce. La cultura es una forma de filtro, que cubre la superficie de la mayoría de los ambientes en los que nos desenvolvemos. El arte se posiciona frente a esta disyuntiva piel/filtro de forma ambivalente. Por un lado, en su ineludible objetividad, la obra aparece frente al espectador como una experiencia directa de lo real.

Por otro lado, podríamos preguntarnos si el arte en ocasiones adopta el carácter de mascarada, de telón o de camuflaje. Como producto cultural y objeto de una traducción del artista, el arte se mueve en el doble juego de la superficie: sentir o tapar (Feeling/Concealing). El intento de volver a una experiencia directa de lo real a través de lo no mediado, y la reflexión ante la propia naturaleza cultural del hecho artístico, serán las líneas conductoras de esta exposición.

Esther Gatón facilita (media) nuestro recorrido a través de la primera sala, introduciéndonos al problema que nos ocupa. La instalación Lo Crudo y Lo Cocido consta de siete fotografías en seda de organza sobre las que se erigen una serie de plataformas metálicas. Estas nos invitan a recorrer y contemplar las imágenes desde una distancia, como haríamos en una visita turística a un parque temático. Según describe la propia autora, “la instalación es una representación física del libro de Lévi-Strauss al que debe su título. Encarna no sólo la dialéctica entre naturaleza y cultura, o fondo y figura, sino la propia del arte y su exposición”. Las imágenes son composiciones digitales a partir de fotografías de archivo de cuevas, zonas pantanosas, detalles de cavernas, géiseres, túneles y suelo marciano.

El trabajo de Antonio Fernández Alvira, igualmente, reflexiona sobre la fragilidad y lo efímero de nuestro entorno arquitectónico, creando imágenes en las que recurre a lo escenográfico y a la estética de la simulación. La pieza perteneciente a la serie Lo fluido en lo fijado emplea el fraude visual y la teatralización, en un intento por revelar el carácter ficticio de algunas de las superficies que conforman nuestra escenografía cotidiana.

Jorge Isla continúa nuestro recorrido a través de las cristaleras y escaparates que cubren nuestras ciudades. En concreto, nos enfrentamos a la desactivación de los mismos por medio de la extensión de una capa de Blanco de España que sigue al anuncio de la defunción de algún proyecto empresarial. El gesto inconsciente del albañil que participa en la reforma del local convierte al escaparate en un dispositivo pictórico opaco donde la superficie adquiere carácter de soporte.

En Anomalía Temporal III (charcos paralelos), Ángela Jiménez Durán busca explorar formas de pensar desde una lógica que sobrepase nuestra limitada experiencia vital. El charco como principio de diferencia o desnivel se presenta como un fenómeno que alberga una inmensa potencialidad para el cambio y para la vida. “Encontrar un charco en una cueva es un tesoro para un geólogo: en él se encuentran miles de minerales no fosilizados que contienen datos e información de hace millones de años.” De alguna manera, el charco se presenta así como una brecha en la superficie, que revela y nos da acceso a un conocimiento poco evidente, pero potencialmente crucial para nuestro devenir.

Mar de Estabilidad II (versión especial parcial) se extiende a través del suelo de la penúltima sala. Para Marlon de Azambuja, los grandes arquitectos y urbanistas han moldeado nuestra forma de pensar y habitar en el mundo. Concretamente, Mar de estabilidad II habla del modo en el que habitamos la ciudad, cómo experimentamos nuestro paso por ella y la posibilidad de introducir variaciones en un sistema de ideas prefijado. Contrariamente a la solidez y dureza que puedan sugerir los materiales, el espectador continúa su recorrido caminando sobre adoquines sueltos, a modo de metáfora de la frágil epidermis que recubre la superficie de nuestras ciudades.

La última sala de esta exposición es una inmersión en el registro visual que compone la obra Galerna, del artista y fotógrafo Jon Cazenave. Las imágenes negras y puras como incisiones sobre el material fotográfico hablan del encuentro de un hombre con su tierra, con su pasado y con su historia. Ama Lur, una pieza audiovisual de 13 minutos realizada junto a Marcos Carnero, descubre las cavernas prehistóricas marcadas por los gestos de los primeros habitantes de Europa. Esta obra aspira a penetrar en esta génesis de la historia, descubriendo un lugar íntimo a la experiencia humana. Sin embargo, aquí lo real no deja de ser mediado, en este caso, por la superficie fotográfica y por la pantalla. La dialéctica que recorre esta exposición permanece así como un interrogante abierto, que en última instancia sólo puede ser objeto de la reflexión del espectador.

Comisariado: Constanza Huerta de Soto y Antonio de Clemente

Artistas: Esther Gatón, Antonio Fernández Alvira, Jorge Isla, Ángela Jiménez Durán, Marlon de Azambuja y Jon Cazenave

Organiza: Ayuntamiento de Zaragoza